El aumento de la esperanza de vida ha hecho que sectores como la salud, la economía o el contexto social se preparen para mejorar la calidad de vida de los mayores. Bajo esta premisa se desarrolla el reportaje de El País «El reto de vivir 100 años» en el que participa el presidente de SEMEG, Álvaro Casas.
No son los años vividos, sino la calidad de vida que podemos disfrutar en nuestro envejecimiento. Así lo ve Álvaro Casas, médico especialista en Geriatría y presidente de la Sociedad Española de Medicina Geriátrica(SEMEG), para quien que España sea uno de los países del mundo con mayor esperanza de vida al nacer no significa que vivamos necesariamente mejor a medida que vamos cumpliendo años, ya que “el proceso de envejecimiento es muy heterogéneo y está condicionado por múltiples factores”.
Desde SEMEG también reivindican un mayor peso de la Geriatría en el sistema de salud. Al respecto, su presidente denuncia que estos especialistas “son minoritarios” en la salud pública e incluso no existen en determinadas comunidades autónomas. También la ausencia de unidades de geriatría y planes de atención geriátricos en todas las autonomías y el hecho de que la investigación sanitaria en envejecimiento sea “todavía secundaria”.
La solución para Álvaro Casas pasa por proporcionar una atención integral a nuestros mayores centrada en sus necesidades reales de salud, que “son completamente diferentes de las de la población adulta”. Para el especialista, la situación actual es claramente discriminatoria para el anciano porque al igual que un niño es atendido por un pediatra, los mayores deberían poder ser atendidos por un geriatra cuando lo necesitan. Para ello cree que hay que mejorar la formación y extender el conocimiento geriátrico a todos los profesionales sanitarios implicados en la atención de las personas mayores. “Debemos trabajar todos de forma conjunta y poner al paciente mayor en el centro del sistema sanitario. Además, hay que desarrollar la formación pregrado en Geriatría en todas las universidades, aumentar las unidades docentes acreditadas en este campo en los hospitales y apostar por la presencia de recursos asistenciales geriátricos hospitalarios y comunitarios en todas las provincias”, cuenta.